Escritores, docentes y bibliotecarios reflexionan sobre los nuevos desafíos de la literatura infantil

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Un encuentro literario sirvió para reflexionar sobre la importancia del libro en los primeros lectores, la poca difusión que se le da en los medios a la literatura infantil y las nuevas temáticas que se abordan por estos tiempo

Los actuales personajes de los libros infantiles lejos están de las princesas encantadas o los príncipes valientes: hoy quienes protagonizan estas historias son niñas cartoneras, adolescentes que se enfrentan a la muerte de sus amigos y hasta hijos de padres separados que se enojan ante la nueva situación familiar, entre otros temas.

Los escritores de la colección "Torre de Papel" Lydia Carreras, Liliana Cinetto, Gustavo Roldán, Graciela Repún, Sergio Olguín y Laura Devetach, junto a los de otra colección titulada "Zona Libre" (Paula Bombara y Martín Blasco) presentaron sus obras en el primer piso del edificio donde funciona el Grupo Editorial Norma -encargado de ambos sellos- y abrieron un debate sobre la realidad por la que atraviesan la niñez y la adolescencia.

La poca difusión en los medios también fue uno de los puntos tratados en la mesa de debate que se generó a partir de la presentación de las novedades del mes.

"Lo que no les interesa a los editores de los medios, no le interesa a nadie y no es así porque hay que difundir a los autores, porque ante todo son escritores más allá del género", destacó Hinde Pomeraniec, directora editorial.

La importancia de hacer de la lectura un placer y no obligación fue el tema destacado por parte de los bibliotecarios y de cómo los chicos se recomiendan libros unos a otros y le enseñan a los padres a descubrir el mundo de las bibliotecas, fue una de las tantas experiencias brindadas en un encuentro que promete no ser el único.

Lydia Carreras escribe para los chicos de 11 años en adelante. Su título "Fuera de mi mundo" trata la relación entre dos chicas de distinto estrato social que la vida reúne en la puerta de un lujoso restaurante de la ciudad santafecina de Rosario.

Por su parte, Sergio Olguín narra la historia de un padre que se encuentra sólo por primera vez con su hijo luego de una separación y trata de llegar a él a través de la historia de los ovnis en "Cómo cocinar un plato volador".

"Me interesaba contar la historia de amor de los padres porque los chicos, cuando los papás se separan, sólo ven las peleas, los malos tratos, pero no saben que hubo una historia romántica entre esas dos personas que un día decidieron ponerle punto final a la convivencia", explica el autor.

Pero en el medio de la historia aparecen los platos voladores y Olguín sostiene entre risas "metí en la historia el género de la ciencia ficción que me gusta mucho para crear una nueva relación entre el personaje y su papá".

Para los chicos de nueve años en adelante, Graciela Repún escribió "De cómo el diablo se casó con tres hermanas", una serie de leyendas de distintas partes del mundo para que los pequeños se acerquen a las historias escalofriantes de otras regiones. Acá los personajes son fantasmas, aparecidos, hombres lobo y seres sin rostro.

Otro de los puntos que salieron a la luz durante el encuentro: los miedos. "Este es un texto para que los chicos sepan que los miedos son iguales en todas partes del mundo", recomienda Natalia Méndez, editora del Grupo Editorial Norma.

Volviendo un poco a los cuentos clásicos, en la sección de los recomendados para los chicos a partir de siete años, se encuentra la obra de Liliana Cinetto, "Cuentos locos para leer poco a poco": allí sobresale el caso de una bruja a la que le fallan los hechizos, un príncipe caprichoso y un dragón loco que se quedó sin fuego para asustar.

Para la misma edad el escritor chaqueño Gustavo Roldán escribió "El último dragón", que cuenta la historia de cuando encontró un huevo y del mismo salió un animal extraño que al verlo lo adoptó como padre y ese animalito es, nada más y nada menos, que un dragón.

Fuente: Telam