Gustavo Caso Rosendi es un ex combatiente que fue a Malvinas como conscripto. Soldados, el libro que reúne sus poemas sobre la guerra publicados por el Ministerio de Educación en 2007, es una puerta de entrada posible a la experiencia de los soldados durante el conflicto.
Les proponemos leer cuatro de ellos, como una hoja de ruta poética para saber más sobre la experiencia de Malvinas. El primero permite conocer la experiencia de nuestros compatriotas en las islas. El segundo, a partir de la muerte de uno de los compañeros de Rosendi en Malvinas, Pedro Vojkovic, exhibe las formas muchas veces impensadas o al menos poco conocidas en las que la guerra afectó a muchas familias argentinas. Los dos últimos, en cambio, abren algunas de las paradojas que tienen que ver con la guerra: el hecho de que una dictadura militar que sostuvo el terrorismo de Estado condujera una guerra por una causa, la recuperación, que es justa.
Busquen información sobre la guerra de Malvinas y contrástenla con los poemas. Algunas preguntas orientadoras: ¿Qué aspectos de la vida de los soldados en las islas aparecen reflejados en la historia del soldado Aguilera? En relación con el poema sobre Pedro Vojkovic, ¿qué pudieron averiguar sobre las actitudes sociales durante la guerra? ¿Se relacionan con el poema? ¿Qué relaciones pueden establecer entre este poema y el texto de Maristella Svampa que también compartimos? Sobre los dos últimos poemas, ¿qué relaciones plantean entre la guerra de Malvinas y la represión ilegal? ¿Por qué les parece que la Libertad tiene “el rostro tiznado” y su “gorro frigio ensangrentado”?
El libro completo con los poemas de Rosendi pueden encontrarlo aquí. Asimismo, está disponible un cuadernillo con propuestas de actividades que pueden encontrar aquí.
Ese día el soldado Aguilera traía el sol
Como un ciprés harapiento
bajo la rama verde de su brazo
el soldado Aguilera traía el sol
No venía con la mirada caída de otros días no
Se recortaba triunfante en la colina
apretando al sol-rehén bajo su axila
contagiado por la luz
Se acercaba como el amanecer
agigantándose a cada paso
Ya entre nosotros lo sujetó contra el suelo
clavó su bayoneta en el ojo dorado
y rápidamente nos llenamos manos
y bocas con esa carne de cíclope
que sabía a dulce de batata
Cuando cayó el soldado Vojkovic
dejó de vivir el papá de Vojkovic
y la mamá de Vojkovic y la hermana
También la novia que tejía
y destejía desolaciones de lana
y los hijos que nunca
llegaron a tener
Los tíos los abuelos los primos
los primos segundos
y el cuñado y los sobrinos
a los que Vojkovic regalaba chocolates
y algunos vecinos y unos pocos
amigos de Vojkovic y Colita el perro
y un compañero de la primaria
que Vojkovic tenía medio olvidado
y hasta el almacenero
a quien Vojkovic
le compraba la yerba
cuando estaba de guardia
Cuando cayó el soldado Vojkovic
cayeron todas las hojas de la cuadra
todos los gorriones todas las persianas
Mercenarios de perfil bajo
(los únicos que los vieron
ya no están)
Cuchillos fantasmales
cortando los sueños
¿Pero acaso nosotros
no veníamos del país de
las picanas sobre panzas
embarazadas?
¿Quién le tenía que tener
miedo a quién?
Aguardaba Caronte
en su bote inmundo
Mientras la Libertad rostro tiznado
gorro frigio ensangrentado
besaba a un soldado moribundo
La escuela y Malvinas
La escuela pública fue uno de los espacios centrales para la transmisión de la causa de Malvinas. Generaciones de argentinos aprendieron que “las Malvinas son argentinas” de la mano de sus maestras. La legitimidad del reclamo argentino y la historia de la usurpación británica se insertaron en el relato nacional construido en las escuelas por el impulso de las élites dirigentes, que a principios del siglo XX encontraron en la institución escolar un espacio estratégico para la construcción de la “argentinidad”.
Les proponemos confrontar dos documentos: la imagen “Saludo a la bandera. 1910, Chubut” y la Circular escolar de la posguerra, junio de 1982. De este modo, la consigna de que “las Malvinas son argentinas” se instaló de la mano del relato histórico patriótico elaborado para legitimar un futuro que la dirigencia del primer Centenario –pero también los gobiernos y regímenes que se sucedieron- concebía como de grandeza:
Circular escolar de la posguerra, junio de 1982
Averigüen con la ayuda de sus profesores y libros de texto el contexto político e histórico de la Argentina de principios del siglo pasado. Discutan qué imágenes sobre la Argentina podían circular en las escuelas en los años del primer Centenario, por ejemplo en relación con sus riquezas y sus recursos.¿Hay elementos de la fotografía que los pueden orientar para pensarlo?
El siguiente documento contiene recomendaciones para explicar la derrota en la guerra a los alumnos. Busquen información sobre los hechos históricos que menciona la circular. Pensemos que se trata de un texto producido a los dos días de conocida la rendición en Malvinas. ¿Qué efectos les parece que podía tener incluir la guerra en una secuencia histórica con batallas y episodios de la guerra de Independencia? ¿Qué tipo de actitud les parece que habrá buscado estimular entre los docentes?
Averigüen acerca de las reacciones sociales cuando se conoció la noticia de la derrota. Pueden, por ejemplo, preguntarles a sus padres u otros adultos. ¿Qué relaciones pueden establecer entre las respuestas que obtuvieron y la propuesta de la circular?
Una causa justa en manos de la dictadura militar
Algunas visiones sobre los años de la dictadura militar argentina engloban la guerra de 1982 en la condena general a la dictadura. Otras, por el contrario, intentan separar dicha guerra de la dictadura que la produjo. Se trata de una profunda disputa simbólica por el pasado en el que se mezclan la etapa más horrorosa de nuestra historia junto con una causa nacional que tiene profundo arraigo entre los argentinos.
Compartimos con ustedes para el trabajo en las aulas el siguiente texto escrito por Maristella Svampa para el libro editado por el Ministerio de Educación Treinta ejercicios de memoria: "La faz más oscura"
Discutan las reflexiones de la autora en relación con la movilización popular producida por la noticia del desembarco. ¿Qué pintura de la sociedad argentina de 1982 construye? ¿Qué relaciones podemos establecer entre sus argumentos y el lugar de Malvinas en la cultura política argentina? ¿Qué diálogos pueden establecer entre el texto de Svampa y la Primera Disposición Transitoria de la Constitución Nacional (1994), que eleva a rango constitucional la causa de Malvinas?:
La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.
León Gieco compuso la canción Para la vida como parte de la banda de sonido de la película Iluminados por el fuego, de Tristán Bauer (2005). En una de sus estrofas alude a los soldados conscriptos de este modo:
¿Por qué querer matar a tus hijos?
Es para que duela años la sangre
Ayer por no querer a la patria
Y ahora por quererla demasiado
¿Qué paradoja plantea el cantante? ¿Qué puentes se establecen entre la guerra de 1982 y el terrorismo de Estado? ¿Qué características les atribuye a los jóvenes durante las décadas del setenta y el ochenta del siglo XX?
La primera película sobre Malvinas: Los chicos de la guerra
Uno de los primeros combates por las formas de nombrar a quienes fueron a Malvinas surgió con la primera película que se hizo sobre la contienda, Los chicos de la guerra, dirigida por Bebe Kamin en 1984. Se trató de una película muy exitosa que, junto con La historia oficial (Luis Puenzo, 1985) y La noche de los lápices (Héctor Olivera, 1986), dejó una marca muy fuerte en el imaginario colectivo en su doble papel de constructora de sentido y explicación histórica sobre la dictadura.
Los chicos de la guerra se realizó en base al libro del mismo nombre, escrito por Daniel Kon, un periodista que en ese entonces tenía 25 años y que, apenas terminada la guerra, entrevistó a ocho soldados clase 62 y publicó sus testimonios. El libro logró evadir la censura y se transformó en un suceso editorial, tuvo siete ediciones entre agosto y diciembre de 1982. Tanto la película como el libro muestran a los soldados como víctimas de la dictadura, los presentan como jóvenes a los que un gobierno dictatorial les robó la inocencia a través del acto demencial de la guerra. En aquel contexto -fin de la dictadura, reapertura de la experiencia democrática- la narración de la guerra de Malvinas tenía como finalidad impugnar más aún el accionar aberrante de la dictadura.
La película de Kamin fue criticada por algunas agrupaciones de ex combatientes que no compartían la forma en la que ellos aparecían representados. “El Centro de Ex Soldados proponía una discusión ideológica a partir de la experiencia de la guerra y cuestionaba a sus realizadores por haberla eludido. Sobre todo, refutaba el apelativo de ‘chicos’ (...) La experiencia bélica es la que ha hecho hombres a los jóvenes conscriptos, hombres que a la vez se consideran señalados para participar –o encabezar- un proceso de construcción que califican de ‘redención’.
Sin embargo, el elemento más irritante a ojos de los jóvenes veteranos era la visión que la película transmitía sobre ellos y de sus días en las islas, porque atacaba la base de su identidad como grupo construida a partir de la guerra. Lo que sobre todo reprochaban a la película era la forma peyorativa en la que se describía a lo jóvenes, a partir de tratar superficialmente su experiencia de guerra y sus convicciones:
"Omiten en los personajes principales la amalgama de situaciones o características que pueden identificar a la generalidad de los que combatimos (...) Para cada uno de nosotros la trinchera era la extensión de nuestras personalidades (...) Allí teníamos las fotos de nuestros seres queridos, así como banderines del club de nuestra preferencia y todo lo que nos vinculara al resto de nuestra sociedad. En cambio para el realizador de esta película la trinchera es como un refugio, sólo un escondite para un soldado temeroso. Para esta visión está ausente el orgullo que sentimos por ir a una guerra en defensa de nuestra soberanía’ (Centro de ex soldados combatientes de Malvinas, Documentos de Post guerra, 1986)”.
La incomodidad con el epíteto “chicos” se manifestó ni bien los soldados volvieron de Malvinas, venían de pelear en una guerra pero para la ley eran menores de edad, por ejemplo, para comprar una propiedad. En enero de 1983, una carta de lectores de Clarín, planteaba el tema en estos términos: “¿Cómo se los emancipa entonces? Si son mayores para ir a la guerra ¿podemos considerarlos menores para adquirir un inmueble o para llegarse hasta un banco a poner unos pesitos a plazo fijo? Todos ellos han adquirido la mayoría de edad ante la nación entera. Dejaron de ser chicos. Son hombres”.
Por último los invitamos a descargar un material sobre el controvertido festival de 1982 en apoyo a los soldados en Malvinas. Descargar material (pdf).
Fuente: Educ.ar
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