Un equipo de estudiantes creó un dispositivo que potabiliza agua que funciona con energía solar

Imprimir artículo

Ganaron el primer premio de “ConcurSOL 2010”. Se trata de un certamen organizado por el Centro Científico Tecnológico CONICET Santa Fe que premia la creación de artefactos de uso social que funcionan con energía solar

El concurso convocó, en su segunda edición, a más de 200 alumnos de 20 escuelas

Un grupo de estudiantes de la escuela técnica Nº 322 Obispo Gelabert (de Santo Tomé, provincia de Santa Fe) ganó el primer premio de ConcurSOL 2010, un certamen organizado por el Centro Científico Tecnológico CONICET Santa Fe que premia la creación de artefactos de uso social que funcionan con energía solar. La primera edición de este concurso tuvo lugar en el 2009. El aparato presentado llega a producir 16 litros de agua potable los días soleados. Los alumnos, en su proyecto original, afirman que el beneficio más importante de su propuesta es “la producción de agua potable en áreas remotas donde el agua subterránea posee una alto grado de sales disueltas. El equipo funciona con una batería automotriz, la que puede ser recargada con células fotovoltaicas. “La idea surge como iniciativa de un grupo de alumnos que quería desarrollar algún prototipo de artefacto que permitiera potabilizar agua para consumo humano. Cuando nos enteramos de la edición 2010 de ConcurSOL nos pusimos a pensar de qué manera podíamos interrelacionar estas inquietudes con el concurso. Es allí donde el debate e intercambio de ideas nos llevó a formular nuestro Destilador de agua en base a energía solar. Pretendemos potabilizar agua con alto grado de sales y dejarla en condiciones de ser consumida por la población. Debido a su diseño, el destilador puede ser utilizado en cualquier lugar, donde el sol brille y donde escasee agua potable”, señaló Mauricio Tourn, tutor del grupo y docente de la escuela. La licenciada Paula Pochettino, del área de Comunicación Social del CONICET Santa Fe, señaló que “el concurso busca estimular la toma de conciencia en las jóvenes generaciones sobre el beneficio del uso de energías no convencionales. Además, busca acompañar la función de la escuela en los procesos de formación de hábitos, tales cómo el cuidado y preservación del ambiente. Por último, incentivar la investigación y experimentación a nivel grupal.” Los miembros del jurado, encargados de asesorar y evaluar el resultado final, expresaron su admiración por el buen desenvolvimiento de los participantes. Destacaron el trabajo del grupo ganador y otorgaron menciones especiales a otros equipos que desarrollaron el proyecto “Calefactor solar”, de la Escuela Técnica Nº 478 Dr. Nicolás Avellaneda, bajo la tutoría del profesor Daniel Úbeda, y “Horno Solar de Tacho”, creado por los alumnos de la Escuela de Enseñanza Media para Adultos Nº 1159 que coordinaba la profesora Lía Rosa Schneer. ConcurSOL convocó, en su segunda edición, a más de 200 alumnos de 20 escuelas de la Región IV del Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe. Cada grupo de estudiantes, acompañado por un docente de su institución, presentó un proyecto y un presupuesto. Los grupos recibieron apoyo económico para construir sus artefactos por un total de $13.500. Finalmente el ganador recibió un premio de $7.500. Sobre la relevancia de este tipo de concursos, la licenciada Pochettino destacó que “lo importante es acercar el concepto de uso racional de las energías a los estudiantes secundarios, y no sólo incorporarlo cómo una definición enciclopedista, sino a través de la acción: los jóvenes deben primero realizar una investigación sobre el tema, luego formular un proyecto y finalmente la construcción de un equipo que debe ser puesto en funcionamiento y ofrecer resultados concretos. Nos proponemos mostrarles, mediante su propio trabajo, que ellos pueden ser protagonistas del cambio si implementan tecnologías que no solo contemplen el bienestar personal, sino al conjunto de la sociedad.” Fuente: Agencia CyTA