Consultado sobre cómo enfrentará el rechazo de los estudiantes, Zorzoli, quien asumirá en el Nacional de Buenos Aires el 1º de febrero, aseguró que echará mano a “todas las acciones posibles” para dialogar con los alumnos y alcanzar aquellos consensos que permitan que “el colegio funcione correctamente”. “Hablamos de un centro que tiene ciertas posiciones políticas y, efectivamente, no represento esas afinidades”, se sinceró el docente, vinculado con el radicalismo. “Terminó un proceso de elección y es importante que trabajemos, haciendo todos los esfuerzos posibles para dialogar y hacer que el colegio sea mejor para los estudiantes”, agregó.
Entre sus primeros proyectos se encuentran: una ampliación de la matrícula de primer año, donde ingresarán unos 33 chicos por curso; proponer al Consejo Resolutivo una modificación del régimen de promoción, evaluación y acreditación para incorporar un segundo llamado en marzo para aquellos alumnos que adeuden dos o tres materias, y un análisis y revisión del currículum del colegio. Además aseguró que constituirá el Consejo Académico, formado por los jefes de departamentos más cinco profesores titulares, a propuesta del CER.
Mientras, en el Pellegrini, Jorge Fornasari se propone trabajar en la infraestructura de la escuela, integrar nuevas tecnologías de la información y la comunicación en la enseñanza, y revisar la organización curricular y del sistema de evaluación-aprendizaje. Su proyecto enfatizó también en la necesidad de construir consensos.
El malestar que los estudiantes expresaron el miércoles frente al rectorado, antes y después de la elección de los rectores, continuó ayer en las voces de los jóvenes. Al finalizar una reunión con representantes del Pellegrini, Irene Avila afirmó que los alumnos “repudian los métodos adoptados por (el titular de la UBA, Ruben) Hallu”, porque “no se tuvo en cuenta el consentimiento” de las dos comunidades educativas involucradas. “Sabemos que Zorzoli tiene relaciones muy cercanas con institutos que preparan a los chicos para el curso de ingreso” en el Nacional, dijo, y estimó que el docente “impide que el curso de ingreso sea inclusivo”, además de “estar a favor de la venta del campo de deportes y del cierre del turno noche”, acusó.
La presidenta del centro de alumnos del Pellegrini, Ana Minujin, de la independiente Lista 39, señaló varias objeciones contra Fornasari. Destacó que su proyecto institucional “no mantiene los lineamientos de ubicar a la escuela bajo una visión humanística” sino que “se queda estancado en el colegio meramente contable”. Al mismo tiempo remarcó que en los últimos tiempos hubo “una clara manifestación” de los estudiantes y los docentes por ubicar a la institución en “un espacio abierto”, en el cual “los estudiantes podamos tener una mirada más amplia sobre la realidad”. Minujin adelantó que “hay una decisión tomada entre los estudiantes. No vamos a reconocer esta designación”, a la que consideran “antidemocrática” y “no representativa” de los intereses de la comunidad educativa.
Fuente: Página 12
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