Tendencias consumistas se transmiten de padres a hijos

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Según señalan especialistas, muchas familias abandonan las dos funciones educativas de afecto y socialización, cediendo el lugar a la función económica que pasa a generar la "cosificación de los afectos"  


No resulta extraño ver a un niño que prefiere las cosas materiales antes que el afecto. Los padres inconscientemente le están entregando cariño a los niños a través de ellas, y los pequeños al recibir sólo eso como educación, consumen más y más.

“La familia, hoy en día, debido al poco tiempo que tienen los padres para vincularse con los niños -porque trabajan mucho para mantener un estilo de vida que finalmente está por encima de las posibilidades reales de ellos-, abandonan las dos funciones primarias (la afectiva y la socializadora) y la función económica pasa a jugar el primer lugar, de modo tal que se produce la cosificación de los afectos”, explica Luis Alemán, sicólogo educacional de la Universidad Central de Chile.

El profesional asegura, además que "cuando el niño tiene esa problemática es porque la tiene el adulto".
El experto asegura que los colegios deberían educar el fenómeno del consumismo, pero no sólo a los niños, sino que también a los apoderados, ya que explica que los seres humanos tenemos que reaprender a consumir , porque “cada día se están llenando de cosas que al final ni siquiera se disfrutan”.




Fuente: Infancia Hoy