Ecología urbana: cómo conviven la naturaleza y la ciudad

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San Miguel de Tucumán fue estudiada como “ejemplo de fronteras ecológicas” por investigadores del Conicet y de la Universidad Nacional de Tucumán

“Cómo conviven la naturaleza y la ciudad” se llama el nuevo libro escrito por un grupo de investigadores del Conicet y la Universidad Nacional de Tucumán. “Abstraído por horas en el trabajo de ecólogo de campo, conviviendo con el sopor húmedo, defendiéndose de los mosquitos y las espinas, uno puede fácilmente pensar que se encuentra en una selva remota”, expresa Ricardo Grau en el prólogo de este libro que, tomando como referente la particular geografía tucumana, busca explicar desde un punto de vista ecológico el contacto ciudad-naturaleza y sus efectos. Entendiendo a la ecología como la ciencia que estudia nuestra casa, lo novedoso de este libro es que abarca en ella a las ciudades, ya que son ellas en donde vive más de la mitad de la humanidad, y es en los países más urbanizados donde se concentra el 90 por ciento de la población. Con esto se intenta revertir la histórica tendencia de relacionar la ecología únicamente con ambientes extraurbanos, y comenzar a analizar las amenazas y oportunidades que surgen de la inevitable interacción entre ciudad y naturaleza. La ecología urbana es el estudio de sistemas ecológicos (interacciones entre organismos bióticos y su ambiente físico) en áreas urbanas o periurbanas. Según Grau, implica, además, reconocer que los humanos somos la especie que consume más recursos del planeta y más productos de la fotosíntesis, es decir, energía solar. El investigador del Conicet agrega: “Jugamos un rol central en la ecología al ser la única especie capaz de entender de una manera científica el funcionamiento ecológico, y tener el potencial de dirigir los sistemas ecológicos de una manera más o menos voluntaria en las direcciones que nos propongamos”. San Miguel de Tucumán, ciudad con aproximadamente un millón de habitantes, es el núcleo urbano más grande del subtrópico argentino y el que más crece en términos absolutos. No obstante, a no más de veinte kilómetros se encuentran hectáreas de bosques muy bien conservados y una gran diversidad ecológica que forman la Sierra de San Javier, y proveen de servicios ecosistémicos a los habitantes de la ciudad (fundamentalmente agua y espacios recreativos y turísticos de gran valor estético y de biodiversidad). Esta geografía de la provincia ha llevado a que muchos investigadores estudien, principalmente desde el Instituto de Ecología Regional, las múltiples interacciones entre naturaleza y ciudad, “estudiando el bosque desde la ciudad y la ciudad desde el bosque”, como lo describe Grau. Contrario a lo que puede pensarse, la mirada de los ecólogos respecto de la influencia de la ciudad sobre los ambientes naturales es bastante positiva, rescatando los aportes que ésta ha realizado para su conservación. “Ecología de una Interfaz natural-urbana: la Sierra de San Javier y el Gran San Miguel de Tucumán” está dividido en dos grandes partes: la primera dedicada a la geología y la biología, y la segunda, a la interacción de éstos con los sistemas humanos a través de estudios de geografía urbana, arqueología, uso recreativo y gestión de manejo sustentable. El libro propone un modelo de aprovechamiento de esta situación considerando que así como la ciudad influye sobre los recursos naturales como agente de amenazas, también lo hace generando oportunidades como iniciativas sociales para disfrutar y proteger la naturaleza que nos provee de los servicios ecosistémicos vitales. La obra es el resultado del proyecto PICT-O 816 “Ordenamiento territorial y manejo adaptativo de la sierra de San Javier y su interacción con el Gran San Miguel de Tucumán”, financiado por el Fondo Argentino para la Ciencia y la Tecnología (FONCYT) y la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), que proveyó fondos para la edición, la publicación y las investigaciones científicas presentadas en varios de los capítulos. La mayor parte de los profesionales involucrados pertenecen al Conicet y la UNT, aunque también participaron autores de consultoras privadas, ONG y el gobierno de la provincia. Fuente: Conicet